Se dice que cuando alguien pierde un brazo sigue sintiéndolo. Tal vez, si visitas un lugar donde había un edificio, puedes sentirlo todavía. Este lugar es un ejemplo perfecto de este fenómeno. Es un sitio donde hay medio edificio en pie y con otra mitad destruido pero con escombros que quedan. Hay paredes solas que parecen que están creciendo del suelo. Como nunca se destruyeron las raíces enterradas y estas partes de paredes, suben para empezar un edificio nuevo como una mala hierba que vuelve siempre. O quizás como un brazo de alguien que fue enterrado aun vivo e intentó escaparse.
Cuando vemos a una persona, no vemos una combinación de la piel, la sangre, los huesos, los músculos, las venas. Y del mismo modo, cuando vemos un edificio, no pensamos a menudo en los materiales que usamos para construirlo. Pero un edificio es como un cuerpo con partes diferentes adentro de las paredes. En este lugar, puedes ver la mitad que queda al lado de todos los materiales y del otro mitad en el suelo. Es interesante ver las partes en el suelo, que son la cantidad de materiales que hacen solo una mitad de un edificio, y lo pesado que todo parece.
Cuando los veo en el suelo, me recuerdan las gran fuerzas destructivas como las guerras y los terremotos y como nuestras estructuras son efímeras. Los edificios alrededor del sitio ven abajo el lío como si fuese un soldado caído. Esto es solamente un sitio de construcción, pero el estado que tiene la mitad entera del edificio es efímero también y recomiendo que lo visites pronto.
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